Eres muy bonita

Me gustas cuando hablas porque suenas a ventura,
y te escucho convirtiendo mis omóplatos en alas.
Y la vida pasa a ser ahora un par de ojos,
que resultan ser los míos en los tuyos.

Te pareces a mi alma, y a la palabra alegría.
Sé que estando lejos no te voy a dejar sola,
porque a veces el silencio me habla de ti;
y no sé porque lo hace.
Pero me gusta imaginarte, aunque sea peligroso.