No hay nada
Rasgo las paredes de mi casa. Me como las uñas, pero sigo con hambre. ¿Adónde se fue el color? ¿Adónde está la sombrilla que tanto necesito para esta lluvia? Parece que quieren que jamás me seque.
El otro día encontré mi corazón, lo revisé y ya no tenía nada. Nada. Me sentí tan triste como cuando ya no se tienen colores en la cartuchera y ya no hace falta tener cartuchera.
Por eso sé que ahora ya no me hace falta tener corazón. Ni hace falta tampoco ponerlo en algún lugar. Si hasta el aire pesa más... y yo ya no sé que hacer.
4 Comments:
Sólo queda el recuerdo de lo que fue
@Peyote: Sí, sólo queda eso y es bien culero.
Tengo que darle un poco más de color a este blog.
recuerdos se llevan el color y solo logras recordar en blanco y negro saludos
@lex: Saludos compi!
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