Masoquista
Me he quemado la lengua, mientras probaba la tuya. Y pues...
Me gusta estar quemado.
Me he quemado la lengua, mientras probaba la tuya. Y pues...
Me gusta estar quemado.
Yo tengo bien claro que estoy a oscuras. Muy bien claro que me has dejado a oscuras, por eso me despido. Me marcho con el viento, porque ahora soy sólo cenizas.
Soy todas las llamadas perdidas en tu celular, y el muro vacío del perfil de Facebook que nunca miras. No sé avanzar, ni tampoco retroceder. Es mejor quedarse quieto, tranquilo.
Tal vez es mejor no tener nada para no perder nada.
Y entonces se lo expliqué, poniéndole de ejemplo cuando uno presta el lápiz en el colegio y al final de la clase no sabes nada sobre el.
Le expliqué que así a veces pasa con el corazón.
Siempre me comprometo con chicas hermosas, y al final me voy de luna de miel a solas. Mejor, dirían mis amigos, te sale más barato, añadirían. Aunque, para ser claros, yo desde pequeño decía que nunca me casaría.
Recuerdo cuando se lo dije a mi mamá y ella me reclamó. En eso le dije que uno siempre tiene que estar enamorado, por eso no debería casarse; al estilo Oscar Wilde, pues. Y bueno, sigo pensando igual.
En el matrimonio uno se siente obligado a seguir amando a su pareja. En cambio, cuando se anda uno de novio, se ama todo lo que se puede sin pensar hasta cuando vas a seguir haciéndolo, y si lo piensas, pues, dices "para siempre", en cambio, cuando estas casado, tienes fijado lo de "hasta que la muerte nos separe". Y vaya que hay un cambio drástico allí.
Dramatizando a Lope de Vega, saco este aforismo:
"No quiso la lengua castellana que de casado a cazado hubiese que tener una buena dicción para saber la diferencia."
Como que el amor no es para mí. Me digo mientras guardo el corazón en uno de los bolsillos de mi cartera. Está morado y chiquito, me pregunto por qué de forma sarcástica. Pero sé porque está así, es obvio porque está así.
Sólo quedamos la noche y yo. Y una cita que nunca empezó. Y un café que nunca invité.
Y la verdad, sólo queda lo que quedó de mí.
De latidos a palabras. De trastornos a palabras. Todo lo que siento pasa a convertirse en palabras.
Lo que soy, es lo de menos.
Quiero volver a llorar por una discusión. Volver a sonrojarme en una llamada telefónica, a que me tiemblen las piernas, a querer escribir las frases más bonitas. Quiero volver a ser fuego...
Quiero ser una vez más lo que fui, pero ya no queda nada. Estoy extinguido. Ahí te dejo el corazón, recoge los pedazos.
Me voy de aquí, ¡no te sientas culpable!
Prefiero que los perros me muerdan antes de que me ladren...
Es mejor así, ya estoy cansado de las advertencias,
tengo a la vida mareada de tantas vueltas.
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Los Lunes nunca han sido mis mejores días.
El que calla, otorga. Me dicen y me dices. ¿De qué sirve decir te quiero si no importa? Así que mejor lo callo. Supongo que te estaré dando la razón cuando me lo preguntes.
Pero tu nunca me lo preguntas. Gracias a Dios.
¿Gracias a Dios?
Rasgo las paredes de mi casa. Me como las uñas, pero sigo con hambre. ¿Adónde se fue el color? ¿Adónde está la sombrilla que tanto necesito para esta lluvia? Parece que quieren que jamás me seque.
El otro día encontré mi corazón, lo revisé y ya no tenía nada. Nada. Me sentí tan triste como cuando ya no se tienen colores en la cartuchera y ya no hace falta tener cartuchera.
Por eso sé que ahora ya no me hace falta tener corazón. Ni hace falta tampoco ponerlo en algún lugar. Si hasta el aire pesa más... y yo ya no sé que hacer.
No es que no tenga ilusión, es que tú desilusionas. Dice la canción que escucho una y otra vez mientras me afeito. Recuerdo que tengo un interrogatorio de Premilitar pero decido estudiar el mismo día en que me interroguen. Es más práctico, pues, bajo presión me aprendo las cosas más rápido. Me pongo a releer viejas canciones que he escrito y me río por como era de tonto en ese entonces.
Hoy es Día de los Enamorados, no Día de los Novios. No te entristezcas por no tener pareja, porque en realidad lo que debes celebrar es que has estado enamorado. Sí, debes celebrar que has experimentado el amor.
Buscando nuevas formas de ser yo, he creado este blog. Un poco más cercano a mi realidad...
Hacer gracia
"Hay cosas mucho más importantes que el amor, déjenme decirles, incluso más eternas.
Cuando ella me dijo que le gustaba, tuve la sensación de qué me estaba tomando el pelo.
Tengo gripe, estoy enfermo. No sé si se me va a caer primero la nariz o el alma, así que lamento ser tan dudoso.
Todos se alteran por la llegada de este día. Todo un drama se forma por dedicarle un día al amor.
Creo que esta la única semana en la que la mayoría de la gente se siente como yo. La única diferencia es que yo no dedico un día, dedico la vida entera.
Narró:
—¿Cómo que no podemos hacerlo? ¿A qué te refieres?
—¿Es que no entiendes? Estas cosas van en contra de mi religión, en contra de mis costumbres
—¿Eres religiosa? Ah… eso lo explica todo
—Lo siento, pero no soy capaz de hacer esto ante los ojos de Dios
—Oye, pero hoy es domingo. Dios está descansando
—¿Sí?
—Claro, este es el día que Dios se toma para descansar.
—Sí es así entonces, comencemos.
«Y fue la mejor noche de mi vida», contaba ella a sus amigas.
Me sale mal eso de intentar ser mejor. No puedo evitarlo, se ha convertido como un hábito. Fracasar... eso sí me sale bien. No sirvo de ejemplo pero sí de advertencia, igual, eso no me reconforta mucho que digamos.
No escucho la radio porque no ponen mis canciones. Me la paso transitando un montón de calles y siempre termino en mi casa. Tengo chichones en el alma de tantos golpes que me doy. Ya no quiero vivir donde vivo, ya no quiero respirar el aire si no lo has hecho tú.
Yo solo quiero lo que tenga que ver contigo. Nada más.
Las mujeres me hacen dudar como Hamlet, ya saben, el Ser o no ser. Últimamente no he escrito mucho, mi vida a cambiado a pasos de hormiga pero la diferencia es a saltos de grillo. Carla me conoció más, más de lo que debía. He conocido a más chicas y a todas les caigo bien. Salgo más seguido a la calle, me paseo por la plaza, sigo buscando...
Sí, sigo buscando ese lugar, esa palabra, ese momento... Eso que necesito. Un futuro.
A-M-A-R es un verbo que no sé conjugar.
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En otras noticias, ella todavía está pensando.
Sé que estoy loco, pero no me gusta presumir. «El que mucho presume, termina perdiendo lo que presume», me dijo mi abuelo hace mucho tiempo, y eso siempre lo tengo presente. Me pregunto quién querría no ser loco, me parece genial la pregunta y la anoto, sé que podría servir de título para un libro de autoayuda, pero eso no va al caso. A veces mi papá me dice que él, de niño era loco también, entonces empiezo a sospechar que la locura se hereda y se va con el envejecimiento. Aunque eso último no lo creo para nada.
«¿Un defecto de nacimiento?», empiezo de nuevo a sentirme lúgubre, investigo un poco en la red y me topo con que los defectos de nacimiento pueden interferir con el proceso de adaptación de las personas a las actividades de la vida diaria. «¡Lotería!», grito, al fin lo comprendo de verdad, me digo.
Voy a la cocina, veo el montón de cuchillos y no sé cual elegir, le pregunto a mi hermana y me grita diciendo que cualquiera sirve. Me arrepiento, digo que las cosas las debo hacer bien, así que investigo sobre cuchillos en la Wikipedia.
Cuando me aburro se me olvidan las cosas, además de qué me da sueño. No entiendo eso de Un cuchillo mal afilado es mucho más peligroso que uno bien afilado y me voy a la cama. Al despertarme, me topo con que me he convertido en una cucaracha gigante, en eso, recuerdo La Metamorfosis y mató a mi hermana, no vaya a ser que por culpa de ella me muera igual que el pobre Gregorio. Además, cuando le pedí un poco de ayuda me trato a los patadas.
Recuerdo cuando comenzaba a escribirte, aún tengo ese cuaderno. Mi primer cuaderno de escritos, probablemente, el cuaderno más cursi que haya escrito.
Cuando me dejaste, lo dejé por ahí, escondido. Verlo era como tener a una banda de mosquitos en los oídos. En estos últimos días, lo revisé, para agregar algunas cuantos textos inéditos(a tu vista) para mi libro.
La mejor frase fue la de la última hoja, decía:
Los 14 son mis viernes 13.
Sé que cuando se piensa en algo positivo, la mayoría de las veces no te sucede, es duro aceptarlo, pero es la verdad. También sé que cuando se piensa en negativo, la mayorías de las veces no te sucede, pues, te sucede algo peor.
Así que no sé que saber con respecto a qué pensar sobre que me dirá ella.
Si sí o si no...
Yo ya estoy muerto. Ya veré si revivo.
Tú lo sabes, ¿no?
Sabes que en esta tierra árida y seca, aún se podía cosechar.
Sabes que aún se pueden conseguir frutos de este árbol muerto.
Sabes que a este cielo solitario todavía se le pueden colocar estrellas.
Sabes que todavía, de estas espinas brotan flores.
Sabes que a las tragedias se les puede poner un final feliz.
Sabes que me gustas.
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Veamos que dices.
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